Por Ir.. Jasmijn Prinssen, arquitecta de Jos de Vries The Retail Company
Para numerosos arquitectos, la ‘arquitectura comercial’ constituye una combinación detestable. Muchos de ellos son de la opinión de que ‘comercial’ equivale a ‘concesión’: el arte y la visión arquitectónica deben hacer sitio al negocio. La última palabra la tienen personas con mucho dinero pero escaso gusto y para muchos decoradores espaciales ello equivale a vender su alma al diablo.
Sin embargo, esa dimensión añadida supone un reto para mí. Además del hecho de que un edificio debe estar en armonía con la planificación urbanística y cumplir unos requisitos aceptables de calidad, cada edificación debe lograr un equilibrio perfecto entre espacio, forma y función. A la hora de diseñar un centro comercial, el reto consiste no sólo en alcanzar ese equilibrio, sino también en incorporar el elemento añadido que le permita convertirse en un éxito comercial. En consecuencia, ¿qué factores entran en juego?
Atractivo
El edificio debe ser accesible, fomentar un determinado nivel de curiosidad y ser acogedor. El objetivo es alentar al público a que lo visite más a menudo, procurando su utilización dinámica y flexible.
Abordar el grupo objetivo pretendido
Aunque la consciencia de tu consumidor objetivo no difiere de la aplicable a otros edificios públicos, el diseño puede agradar a determinados grupos más que a otros. ¿Moderno o tradicional? ¿Mostramos al visitante lo que puede esperar o lo mantenemos como una sorpresa, escondida detrás de una refulgente fachada?
Experiencia
Los consumidores no son sólo compradores premeditados, con un destino concreto en una tienda determinada. Algunos de ellos sólo desean distraerse; el centro comercial se convierte en sustituto del parque de atracciones. Los grandes centros comerciales abarcan a menudo servicios de otros sectores, como los cines, las zonas para representaciones, estaciones de metro, etc.
Direccionamiento
¿Qué tiendas estarán a la vista y cuáles pueden ocultarse? La seducción y la sorpresa comienzan con un emplazamiento interesante. Debe ser variado y estimulante, aunque también promoverá la facilidad en las compras. Una distribución mediocre no hace que los clientes vuelvan, mientras que un aspecto interesante es la clave del éxito.
Numerosos factores a tener en cuenta y con los que jugar. Es importante que el arquitecto especializado en distribución se involucre en las fases iniciales de desarrollo de grandes edificaciones, hipermercados y centros comerciales. El éxito del diseño puede determinarse en dicha fase; acierto que, en última instancia, tendrá su traducción en las cifras de venta.
Para numerosos arquitectos, la ‘arquitectura comercial’ constituye una combinación detestable. Muchos de ellos son de la opinión de que ‘comercial’ equivale a ‘concesión’: el arte y la visión arquitectónica deben hacer sitio al negocio. La última palabra la tienen personas con mucho dinero pero escaso gusto y para muchos decoradores espaciales ello equivale a vender su alma al diablo.
Sin embargo, esa dimensión añadida supone un reto para mí. Además del hecho de que un edificio debe estar en armonía con la planificación urbanística y cumplir unos requisitos aceptables de calidad, cada edificación debe lograr un equilibrio perfecto entre espacio, forma y función. A la hora de diseñar un centro comercial, el reto consiste no sólo en alcanzar ese equilibrio, sino también en incorporar el elemento añadido que le permita convertirse en un éxito comercial. En consecuencia, ¿qué factores entran en juego?
Atractivo
El edificio debe ser accesible, fomentar un determinado nivel de curiosidad y ser acogedor. El objetivo es alentar al público a que lo visite más a menudo, procurando su utilización dinámica y flexible.
Abordar el grupo objetivo pretendido
Aunque la consciencia de tu consumidor objetivo no difiere de la aplicable a otros edificios públicos, el diseño puede agradar a determinados grupos más que a otros. ¿Moderno o tradicional? ¿Mostramos al visitante lo que puede esperar o lo mantenemos como una sorpresa, escondida detrás de una refulgente fachada?
Experiencia
Los consumidores no son sólo compradores premeditados, con un destino concreto en una tienda determinada. Algunos de ellos sólo desean distraerse; el centro comercial se convierte en sustituto del parque de atracciones. Los grandes centros comerciales abarcan a menudo servicios de otros sectores, como los cines, las zonas para representaciones, estaciones de metro, etc.
Direccionamiento
¿Qué tiendas estarán a la vista y cuáles pueden ocultarse? La seducción y la sorpresa comienzan con un emplazamiento interesante. Debe ser variado y estimulante, aunque también promoverá la facilidad en las compras. Una distribución mediocre no hace que los clientes vuelvan, mientras que un aspecto interesante es la clave del éxito.
Numerosos factores a tener en cuenta y con los que jugar. Es importante que el arquitecto especializado en distribución se involucre en las fases iniciales de desarrollo de grandes edificaciones, hipermercados y centros comerciales. El éxito del diseño puede determinarse en dicha fase; acierto que, en última instancia, tendrá su traducción en las cifras de venta.
Desde hace muchos años Jos de Vries The Retail Company es una conocida organización en el negocio minorista. Nos especializamos en analizar, diseñar y realizar conceptos de tiendas por toda Europa. Jos de Vries The Retail Company tiene oficinas en Maarssen (Holanda), Moscu (Rusia), Barcelona y Dortmund (Alemania). Para más información ó preguntas sobre el desarrollo de conceptos en retail, se puede enviar un correo electrónico a maurice@josdevries.eu.
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